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La Política Mexicana (página 2)



Partes: 1, 2

Situación económica, que por otra parte,
no es nada nueva y que podría "rastrearse" como
uno de los resultados de la actividad política de la
sociedad mexicana desde tiempos anteriores a "La
Conquista".

Se puede afirmar que en general, desde que terminaron su
peregrinación los aztecas o mexicas, y se establecen
alrededor del lago en cuyo centro encontraron el águila
devorando la serpiente, en México no ha habido gobernantes
y gobernados, ha habido Amos y Esclavos, y junto con los Amos han
florecido una serie de "privilegiados".

Con el transcurrir de los años y de los siglos la
nomenclatura ha ido cambiando, pero siguen siendo esos tres
grupos los representativos del país, llámense como
se les quiera llamar.

Quizá el término Esclavo es demasiado
fuerte e inexacto, quizá fuera más adecuado el de
"tiranizado" o "cautivo", pero
independientemente de la cuestión ortográfica o
semántica, es el concepto el que cuenta: el ciudadano
mexicano siempre ha estado "cautivo" por sus gobernantes
y no ha sido "gobernado" sino
"tiranizado".

La Conquista no cambió esta situación,
cambió la nacionalidad de los amos por un tiempo, y cuando
el mestizaje fue generalizado, ya no eran extranjeros, sino los
denominados criollos (mexicanos al 50%) en el Virreinato y
posteriormente mexicanos 100% quienes gobernaban y seguían
manteniendo cautivo y tiranizado al pueblo, al
ciudadano.

La Independencia tampoco cambió la
situación, cambió a unos amos por otros, y
así hemos estado hasta la fecha.

Durante la mal llamada Revolución se impuso la
clase militar compuesta por militares mexicanos, denominados
caudillos, hasta 1946 en que se trató de terminar con el
caudillaje militar lo que se logró "a medias",
siendo convertido en un caudillaje civil, con el partido
político oficial a la cabeza, rodeado del infaltable grupo
de privilegiados que rodeaban de incienso a los gobernantes,
impidiéndoles ver la realidad (que por otra parte, tampoco
tenían intenciones de conocer).

El pueblo, la ciudadanía, siguió igual,
cautivo de sus propias carencias, a merced de la benevolencia
de los gobernantes y de los grupos privilegiados.

Nos permitimos insistir en que los gobernantes no
tenían la menor intención de conocer la realidad
del pueblo, su propia realidad era prioritaria y era
"urgente" asegurar su continuidad por lo que dentro del
grupo de privilegiados, o de los grupos de privilegiados fueron
surgiendo interpretes e intermediarios entre la realidad del
pueblo y la realidad del gobierno y los llamados representantes
populares fueron perdiendo el contacto con la realidad de sus
representados quedando como entes híbridos, sin ser
"populares" cien por ciento ni ser absorbidos entre la
clase política 100%.

Como ya hemos visto, la realidad gubernamental giraba en
torno a continuidad personal y/o permanencia grupal (o
partidista).

El gobernante de México era (o es) mucho
más que un Rey, Rajá o Sultán, era
prácticamente el "dueño" del País y
su voluntad no tenía límite alguno.

Por lo mismo y por otras consideraciones
aledañas, la prioridad del gobierno era y es asegurar su
continuidad, por lo que se buscó y encontró una
fórmula mágica, un doble frente simultáneo,
por una parte el frente público de la
sucesión presidencial, y en el fondo el verdadero
frente político de la continuidad del partido,
"enmascarada" en un nueva figura "El
Candidato".

Durante cerca de 70 años, funcionó la
estrategia, no sin causar hondas y profundas disidencias
partidistas: del mismo partido oficial emergieron otros partidos
descontentos con el "del gobierno" pero cargados de
privilegios, era el mismo "pastel", pero ahora las
tajadas eran más y más chicas.

La situación llegó a extremos
insospechados al ser asesinado El Candidato del partido oficial
en Lomas Taurinas, envolviéndose de misterio esta
infortunada desaparición.

Hoy a unos años de la tragedia, se cree sin
poderlo probar, que fue asesinado por elementos de su propio
partido al haberse convertido en una amenaza para el "status
quo"
que había ofrecido "cambiar" y porque
se había "rebelado" a instrucciones del
todavía Presidente del Partido y de la
República.

No solamente por este episodio, sino por otros
más, igualmente lamentables, los expresidentes de la
República se convirtieron en "intocables",
responsables de nada de lo ocurrido durante su gobierno, cargados
de absurdos privilegios económicos y legales.

Junto con los ex presidentes, la nube de
"intocabilidad", léase "impunidad" se
fue extendiendo más y más y hoy día, hasta
el más mínimo miembro del gobierno es
prácticamente "intocable",
"impune".

Y así ha llegado hasta nuestros
días.

Desgraciadamente, la clase política mexicana ha
ido inexorablemente perdiendo credibilidad ante la
ciudadanía.

Como parte de una "arreglo" entre partidos
políticos, al ciudadano, al pueblo, se le
"vendió" la idea de que se estaba buscando la
"protección y transparencia del voto"
creándose el IFE dizque con el objetivo de proteger la
voluntad ciudadana pero que en realidad solamente ha resultado
ser un organismo inútil, burocrático y
demagógico cuya función primordial es el repartir
dinero y privilegios a los partidos políticos y es una
instancia más de intermediación de los
privilegiados por el gobierno entre el mismo gobierno y la
ciudadanía.

Y esto nos lleva a dos de las características que
pueden singularizar el México del Siglo XXI: Impunidad, y
Continuismo en el Gobierno, Pobreza y Explotación en la
ciudadanía todo envuelto en el intermediarismo de los
grupos privilegiados de entre los que destaca en forma importante
"la Iglesia Católica", cuya intervención
en la vida del mexicano es muy grande e importante, lo que es
otro tema a considerar en algún otro escrito
posterior.

Por más que los gobernantes lo han querido hacer
ver de esa manera, Pueblo y Gobierno no son la misma cosa, y es
más se puede decir que son "opuestos", ambos
viven realidades muy diferentes, México es un pueblo pobre
que tiene un gobierno rico.

Tal vez esta aseveración, esta realidad, lo
sintetice todo.

Dentro de estos grupos es conveniente destacar el triste
y pobre papel que han desempeñado la gran mayoría
de los "congresistas" mexicanos, los miembros del
Congreso, (Senadores y Diputados) que han protagonizado algunos
de los capítulos más negros de nuestra historia,
distinguiéndose por ser o haber sido un apéndice o
extensión del Ejecutivo y un sometimiento enfermizo a la
figura del Presidente en turno.

Y a esta situación habría que sumar la
actuación de la "diplomacia estadounidense" y de
la Iglesia Católica, que en ambas instancias, han dejado
mucho que desear.

Supuestamente "el Congreso" es o debería
ser el punto de fusión del pueblo con el gobierno, es o
debería ser la expresión de la voluntad del pueblo
hecha gobierno, pero no ha sido así.

En cuanto trasponen el umbral del Congreso, los
representantes populares pierden esa característica y se
transforman en apéndices del poder ejecutivo y salvo una
que otra rara, rarísima excepción, nuestra historia
muestra muy pocos Belisarios Domínguez (o figuras
de esa categoría), y si muchos Victorianos,
Aurelianos, etc.

Sin ese servilismo no es posible entender el asesinato
de los hermanos Madero y explica la forma en que "El
Usurpador" Huerta
llega al poder y logra mantenerse en
él durante varios años planteando las bases para
una virtual dictadura presidencial.

Ese servilismo a los intereses particulares, envidias y
rencores de los "caudillos" da lugar y propicia el brote
de violencia política más grande que haya sufrido
este país (al que posteriormente se trató de
denominar Revolución Mexicana) como si hubiera sido un
movimiento ideológico o político y no simplemente
una prolongada lucha por el poder entre militares sin fundamento
alguno en alguna ideología social o
política.

Algunos "intelectuales" trataron de justificar
la rebeldía de ciertos personajes invocando principios
universales del derecho pero principalmente reclamos ancestrales,
que nunca fueron o han sido "atendidos" y que fueron la
máscara detrás de la cual "los caudillos"
escondían sus "ambiciones presidenciales"
presentándose ante el pueblo como "defensores de sus
derechos"
cuando lo único que buscaban era
"llegar a la silla".

En esos días las cosas se desbocaron de tal
manera, que bandidos comunes, asaltantes reconocidos fueron
atraídos y acogidos por jefes militares (con designios
políticos) para el servicio de sus intereses y
posteriormente los mismos gobiernos, emanados de esas luchas, han
querido "elevar" a los más altos altares patrios
como supuestos héroes de un movimiento revolucionario que
nunca existió en el que perdieron la vida varios
centenares de miles de compatriotas creando un conflicto social
que no ha terminado y hoy pretenden celebrar como el
"Centenario".

El punto es que en su carácter de político
al mexicano nunca le ha interesado el País, o, si se
quiere ser indulgente con el, nunca ha demostrado ese
interés.

Si algo caracterizó ese turbulento período
fue el poco apego a los valores humanos y a los valores
ciudadanos; robo, despojo, rapiña eran lo común,
tan lo hacían unos como los otros, tan "malo" el
pinto como el colorado", tan de temerse "los pelones
federales"
como los "greñudos
revolucionarios"
y aún hoy a 100 años de
distancia seguimos pagando las consecuencias.

En aquellas épocas México era un
país eminentemente agrícola, y los problemas
sociales y económicos estaban confinados a ese sector (que
era el principal sector productivo) y en el que había
bastante disparidad económica (que sigue existiendo) y un
cierto grado "alto" de explotación (como en
cualquier otro país del mundo; no solamente aquí ha
habido "aprovechados y
explotadores").

A este respecto, el movimiento de los caudillos no
resolvió nada del "problema agrario" antes al
contrario, lo convirtió en un problema nacional del que
aún no podemos "salir".

La "mecha" que inició "la Bola"
fueron ideas de índole política, motivadas
principalmente por la más reciente reelección de
Porfirio Díaz, azuzadas por el deseo de poder de
algunos militares y gobernantes porfirianos, y otros "de
nuevo cuño"
, que buscaban el cambio político
para satisfacer sus ambiciones personales situados dentro de una
incipiente "democracia" moderna que comenzaba a
extenderse con características muy "sui
géneris"
en México por la decadencia de los
sistemas monárquicos en el resto del mundo.

Porfirio Díaz, se había
"reelegido" varias veces, había impuesto
ilegalmente su continuidad en el poder durante 33 años de
régimen autoritario.

Había algunos "conflictos laborales"
reprimidos a sangre y fuego, había un cierto nivel de
inquietud social, de descontento, y muchos "reclamos"
sin atender.

Los "espíritus" aconsejaron a un
empresario coahuilense, soñador y utópico, que se
"rebelara" en contra de Díaz y
proclamara su candidatura a la Presidencia de la
República.

Si nos detenemos un poco a analizar el Plan de San
Luis
(5 de octubre de 1910), veremos que los hermanos
Madero (Francisco y Gustavo), junto
con Julio Peña, Juan Sánchez Azcona, Roque
Estrada, Aquiles Serdán
y otros más buscaban
"derrocar" el gobierno de Porfirio Díaz,
convocando a nuevas elecciones y declarando la anulación
de las anteriores.

El gran valor de este documento es que proclamaba el
principio de la No Reelección y el tema
Sufragio Efectivo.

{Empero, y por favor no se rían, ese tema y ese
principio ahí ha quedado, poca aplicación
práctica o real ha tenido, los políticos mexicanos
si bien han aceptado la no reelección del Presidente es en
lo único en lo que lo han aplicado, porque en todo lo
demás, la reelección de los puestos de
"elección popular" le han sabido "dar la
vuelta"
, los nombramientos pasan por una serie de tamices,
arreglos y componendas y al fin de cuentas "siguen los
mismos"
}.

Volviendo al asunto de Madero, desde la
cárcel emitió el Plan de San Luis y
"sorpresivamente" triunfó, pero ojo, mucho ojo,
triunfó no por sus propios méritos o sus
"ideales" o sus promesas {muchas de ellas permanecen sin
cumplir} sino porque la ciudadanía y los que tenían
intereses políticos ya estaban "hartos" de
Porfirio Díaz, no tanto porque creyeran o
apoyaran los programas o ideales maderistas, sino porque vieron
en esa rebeldía maderista la oportunidad de
"avanzar" sus propios intereses políticos y
económicos y deshacerse del "tirano
dictador"
.

La ciudadanía, en una ingenuidad impresionante
creía que efectivamente "las cosas
cambiarían"
.

La caída de Díaz la determinan
sus propios errores, no los aciertos maderistas y precisamente
por ello, es que después de Díaz, el
país se "sume" en un caos económico,
social y político del que aún no hemos podido
reponernos.

Hoy algunas cosas han cambiado, pero lo que no se ha
modificado es ese carácter individualista (personal o
grupal
) de nuestra política y el olvido casi total,
el despego de los legítimos intereses del
pueblo.

Desde hace 200 años se siguen enarbolando las
banderas de la justicia social, de los reclamos milenarios, de
las carencias ancestrales, pero no se les da ninguna
solución, solo son "banderas", solo se convierten
en reclamos, en palabras que se lleva el viento, hasta que llega
el siguiente candidato y las recoge, las une de nuevo y les da
exposición pública de manera tal que ya se han
convertido en temas que todo político menciona.

En la actualidad la inseguridad, la violencia, el
narcotráfico, son temas en los que todo mundo coincide (y
que no existían como problema en tiempos de Don
Porfirio
) pero a los que nadie ofrece una solución
concreta, con planes, programas, acciones definitivas, reales,
especificas, todo el mundo político los menciona, todo
mundo dice que los va a solucionar, pero nadie dice ni como ni
cuando, y una vez en "el poder" convenientemente se
olvida el problema y las promesas o si acaso, "se aplican
aspirinas"
.

De los tiempos de Don Porfirio persisten la
desigualdad en la distribución de la riqueza, el
éxodo hacia "las ciudades" cuyo crecimiento
caótico sigue hasta la fecha, el problema del campo
mexicano, incrementado por el abandono de las tierras de cultivo
(iniciado en 1910) y al que se trató de solucionar por
medio de deuda pública, importaciones y
"maquilas".

En general, la mala situación económica de
la mayoría de la población nacional continuó
si no es que se pueda decir que
"empeoró".

En otras palabras "la Bola" la mal llamada
Revolución, once años de desolación
y muerte en nada benefició al país pero si lo
transformo, convirtiéndolo en una nación "de
segunda"
eternamente endeudada y dizque "en vías
de desarrollo"
.

Un país pobre, dependiendo de un gobierno
rico.

Un asunto similar a lo que ocurre en la política,
ocurre, respetando las distancias y los temas involucrados en el
futbol profesional mexicano, en donde el más fiel reflejo
de algunas situaciones del país es la Selección
Nacional de Futbol
.

Particularmente la Selección, puede ser
equiparada a la Presidencia, centro de atención y
de deseo de millones de mexicanos, y que sin embargo, nunca deja
a todos satisfechos.

Haga lo que haga, deje de hacer lo que deje siempre
será criticada, siempre estará
polarizada.

Cualquier resultado que obtenga será cuestionado,
criticado, desmenuzado, analizado, vilipendiado o elevado a
alturas olímpicas, no hay términos medios, no hay
grises, todo es en un extremo o en otro y por sobre todo
predomina la emoción, lo visceral, lo emotivo, la
razón, lo racional queda muy lejos, muy fuera del
asunto.

¿Puede un candidato a cualquier puesto
político, sin más ni mas, pararse ante el
Ángel de la Independencia y hacer un llamado
patriotero sin que reciba una rechifla generalizada de quienes no
son sus "partidarios"?

No jamás, se nos ocurriría siquiera pensar
en que se atrevan a hacerlo.

Empero, Javier Aguirre, flamante entrenador de
los Ratoncitos Verde, ratoncito verde él
también
, hace un llamado a la ciudadanía con
tintes políticos y patrioteros que no se hubieran ocurrido
al propio López Hablador, mencionado que podemos
ser lo que nunca hemos sido, sabedor que en estos momentos al
pueblo le interesa mucho más lo que haga la
Selección que cualquier aspecto de tipo político o
"electoral" y en su llamado hace énfasis en otros
aspectos sin hacer referencia directa al futbol, es decir, apela
al "patrioterismo".

Como sea que se le quiera ver, es una "obra
maestra"
del modo de hacer política "a la
mexicana".

Independientemente del mensaje, este "anuncio"
marca una gran diferencia entre las percepciones del mexicano ya
que ningún político en funciones o
"aspirante" puede hacer ese llamado en este momento
porque sabe que el "electorado" distingue muy claramente
entre lo que se dice y lo que se hace o deja de hacer
públicamente cualquier político, el
"electorado, el "pueblo" sabe perfectamente que
hay un "doble discurso".

100 años de futbol profesional, 13
participaciones Mundialistas, no han logrado producir una
Selección "de nivel".

200 años de Independencia no han logrado
consolidar una nación unificada y coherente ni una
"clase política" digna ni eficaz.

100 años de luchas intestinas no condujeron a la
ansiada meta de un México "mejor".

¿A que podemos atribuir esto?

Creo que podemos decir que esto es el resultado de tener
una política y un futbol mediocre, a una
concepción equivocada en la que se entrelaza y confunde lo
que queremos con lo que podemos tener, en la que se embrolla
posibilidad con probabilidad, quizá en forma inconsciente,
{lo cual dudo mucho}.

Es posible que tengamos un buen gobierno, es poco
probable que lo tengamos.

Es posible que tengamos una buena selección de
futbol, es poco probable que la tengamos.

Todo es posible, no todo es probable.

Las posibilidades son "abiertas",
"existen", las probabilidades son "cerradas",
"se trabajan", "se fabrican".

Sin embargo, aparte de estas confusiones, debemos
reconocer que en nuestra política y en nuestra
selección hay un "doble" discurso", una doble
moral
.

Uno es lo que se dice, otra cosa es lo que se
hace.

Ambos, los políticos y los directivos
futbolísticos creen saber exactamente lo que los
ciudadanos queremos oír, e identifican lo que queremos
oír con el "triunfalismo" y no con la
"realidad" y ese es "su error".

Todavía no entienden que en muchas ocasiones lo
que se quiere oír no es lo mismo que la realidad, y como
ya se ha demostrado que el prometer no empobrece,
prometen y prometen sabiendo que no pasará nada, desoyendo
las enseñanzas de la historia.

En una muestra más no de la efectividad de la
oposición sino de la pérdida de fuerza
política del gobierno, de las miles de promesas no
cumplidas y de que "el pueblo" ya está
"cansado" de este tipo de
política.

En el año 2000 terminó una
hegemonía de más de 70 años del partido
oficial casi de la misma manera en la que triunfó
Madero, por "hartazgo" de Díaz
en 1910, por "hartazgo" del PRI en el 2000.

En ambos casos, la ciudadanía llega a una
determinación negativa, lo que no es muy alentador que
digamos y tampoco habla bien de la "fuerza" de los
políticos en nuestro País a los que les falta el
elemento más importante:
"credibilidad".

Ni Dart Vader, Lex Luthor o Osama Bin
Laden
, los enemigos más grandes de la humanidad
mandaron matar a los hermanos Madero, Villa, Zapata,
Carranza, Belisario Domínguez, Ruiz Massieu, Colosio o
Clouthier.

¿Cómo puede ser de otra manera, cuando el
presidente absorbe todo el poder político durante su
mandato? ¿Cómo puede haber otra figura
política cuando el presidente opaca e impide el desarrollo
de cualquier "competencia"?

Por ese presidencialismo tan especial es que en
México no hay "políticos de carrera", sino
políticos de oportunidad, y fundamentalmente,
"protegidos presidenciales" o si acaso, protegidos
partidistas o lo que viene a ser lo mismo "políticos
eternos"
mantenidos artificialmente en su puesto, no por
voluntad popular, sino por necesidades de su partido y de la
idiosincrasia de nuestras instituciones políticas creadas
y mantenidas para favorecer a los políticos y no a los
ciudadanos.

Tan es de "oportunidad" que el mensaje
político de más trascendencia actual lo ha
"hecho" Javier Aguirre.

Sin embargo, y reforzando el punto, ninguno de nuestros
"políticos oficiales", tiene la "fuerza"
necesaria para destacar individualmente y por eso son necesarias
las Alianzas.

Después del 2000 el Congreso sufrió una
"sacudida" levantándose la cadena de dependencias
directas de la voluntad del Ejecutivo, pero desgraciadamente,
nadie previno esta situación y se pasó
rápidamente de la sorpresa a la libertad y de la libertad
al libertinaje y desgraciadamente los partidos hacen todo lo
posible por mantenerla en ese estado porque es el estado que
"les conviene".

El PRI pasó a convertirse en oposición, el
PRD siempre ha sido oposición, pero ahora tomó una
directriz negativa, oponerse a todo, con o sin razón,
entorpecer cualquier iniciativa del ejecutivo, demostrar al mundo
nuestra "libertad democrática", la muerte del
"presidencialismo"; por designio y por oficio el PRD es
negativo, a todo se opone, a todo encuentra
"defectos".

El Partido semi familiar del Niño Verde deshizo
la alianza con el PAN y a cambio obtuvo concesiones que
comprometió seriamente cuando los
video-escándalos.

Los nuevos partidos, se han vuelto cautelosos,
analíticos, "mañosos", centrando sus
esfuerzos en dos puntos principales, la continuidad (que les
asegura el subsidio del IFE) y las "causas" o
iniciativas que mejor ayuden a conservar esa continuidad como
partido político.

El bienestar de la ciudadanía, el progreso del
país, ¿Qué son comparados con la permanencia
en los privilegios"?

En el 2006 -con maniobras políticas no del todo
claras- Felipe Calderón llega a la Presidencia,
pero tiene en López Obrador un fuerte
contrincante que no ha querido admitir su derrota y ha resultado
incómodo y un obstáculo para un gobierno más
"transparente" y efectivo.

Fox y el PAN cometieron el error de "hacer
crecer"
a López Obrador y como consecuencia
Calderón estuvo a punto de ser
derrotado.

Una vez más estuvo a punto de repetirse lo de
siempre, ganar no por aciertos sino por los errores del
oponente.

Buscando siempre la paja en el ojo ajeno, a Vicente
Fox
, a Felipe Calderón y al PAN no
les han dejado gobernar, poniendo piedritas y
piedrotas a lo largo y ancho del camino.

Fox ya superó su periodo, pero su
"imagen" no quedó "limpia", aunque a
decir verdad, no tan sucia como la de Salinas,
López Portillo, Echeverría y
otros más.

Hoy, con los ojos puestos en las elecciones del 2012 y
sin importarles a unos y a otros el país se debate en una
polarización muy peligrosa dentro de nube de violencia
tachonada de corrupción e impunidad, bañada por una
oleada de carencias económicas.

Y tristemente, en la "arena política" no
hay contendientes "de altura", por el PRI se perfila
Peña Nieto, por el PAN, pudiera resurgir
Santiago Creel, o quizá "si aparece" el
Jefe Diego, por el PRD hay tanta lucha interna que no se
sabe quien será, pero no parece haber mucho de donde
elegir, López Obrador ya se autoperfiló de
nuevo y quien sabe con que "tarugada" saldrán los
otros partidos, pero lo más seguro es que se
"alíen" con alguno de los candidatos de los
"partidos grandes".

Es decir, como lo dijo en célebre ocasión
el máximo líder sindical Fidel
Velázquez
: "La caballada está
flaca".

Los partidos políticos lo único que hacen
son "ejercicios" en democracia, deliberaciones, debates,
retrasos, rechazos parciales, con escasos resultados y nulo
avance, las reformas indispensables para el combate a la pobreza
y para el combate a la inseguridad, no pasan de ir de una
Cámara a otra sin que se tomen decisiones puntualizadas
por los diversos medios de comunicación que se permiten
opinar y criticar en forma poco objetiva, contribuyendo a hacer
más confuso el asunto.

Se aprecia muy a las claras que no hay ni
determinación ni velocidad, que no hay, en otras palabras,
"voluntad política" y que los comunicadores
publican lo que la filiación política del medio
señala, no lo que objetivamente sucede.

Con estos ejemplos se puede ver, que el
Congreso en nada ayuda al progreso del País, que
su actitud melindrosa y partidista detiene la aprobación
de reformas indispensables para el avance real y
efectivo.

Reformas que quizá no son las ideales, que
quizá no son completas pero que mientras estén en
"debate perpetuo" de nada servirán.

Y se ocupan de asuntos intrascendentes que ningún
beneficio producen a la ciudadanía, como por ejemplo los
intensos debates que condujeron a que se aprobara el
"derecho" a hacerse perforaciones corporales en esos
cuerpecitos lonjuditos que la comida chatarra produce en
nuestros "gay avangards" en lugar de ocuparse de los que
roban, los que asaltan, los pederastas, los que se apropian de
nuestras calles y avenidas, de los franeleros y ambulantes, de
los que no pagan impuestos, los que secuestran y asesinan, los
corruptos y los que corrompen.

No combaten el delito y las violaciones a las 33,854,976
leyes en vigor, como es su obligación y para las que
fueron "elegidos".

Un punto de poca importancia, nada vital para la
seguridad nacional ni para la sobrevivencia de los ciudadanos, es
el ejemplo de lo que ocurre con la desparecida (por fin)
Compañía de Luz y Fuerza del
Centro
, en liquidación.

En un ambiente por demás hostil se dio marcha a
la liquidación de esa empresa, que desde el siglo pasado
estuvo en proceso de liquidación, lo cual no debía
haber sido sorpresa en 2009 para el poderosísimo y ultra
privilegiado Sindicato Electricista ya sabían que
tarde o temprano la compañía de Luz
desaparecería y con ella sus
"privilegios".

Según trascendió era una empresa de 40, o
44,000 empleados, muchos de los cuales, iban a ser
"liquidados" y re contratados por la Comisión
Federal de Electricidad
que "absorbía" los
activos y pasivos de la extinta Compañía de
Luz
.

Ahí comenzó el problema, a pesar de que
esos empleados iban a recibir cantidades "inimaginables"
para cualquier otro empleado sindicalizado, a los líderes
sindicales "no les gustó el arreglo" y han
organizado y siguen organizando una serie de manifestaciones
bloqueos y reclamaciones en contra de la decisión de
liquidación y de la forma en que se está llevando a
cabo pues en la nueva reestructuración, se acabaron
algunos de sus muchos privilegios.

Hasta ahí, el asunto no pasa de ser una
reacción de los afectados pero lo que no se vale es que
perjudiquen a la ciudadanía haciendo cortes al suministro
eléctrico en infantil señal de "protesta",
o que bloqueen calles y avenidas con marchas inútiles
fastidiando a miles de ciudadanos que no pueden realizar sus
actividades cotidianas por la "libertad de
expresión"
de un grupo de descontentos con una
decisión final, decisión que no hay manera de
cambiar.

El punto básico en esto es que no es
válido y el gobierno no debería permitir que la
expresión de los derechos de unos, invada o perjudiquen
los derechos de otros.

Según tengo entendido el derecho de uno termina
donde empieza el derecho del otro.

Estoy de acuerdo en que tienen todo el derecho de
expresarse, de "manifestarse", pero no tienen
ningún derecho a invadir y bloquear las vías
públicas ni a "disturbar" la paz
social.

Si nuestros legisladores y representantes populares
vieran estos aspectos, no estarían tan prestos a aprobar
que se realicen marchas y manifestaciones a todas horas y por
todas las calles y avenidas de nuestras ciudades y
poblaciones.

Y no nada más de los electricistas,
¿Qué tiene que ver la ciudadanía con las
"prestaciones" de los maestros y sus constantes
manifestaciones?

El ciudadano no es quien ha concedido o concede las
múltiples prestaciones de las que gozan los
maestros.

¿Beneficia a la ciudadanía el comercio
ambulante? Tal vez, quizá, puede ser que hace algunos
años, cuando comenzó si tuvo algunos beneficios,
pero hoy, no lo creemos.

El Ambulantaje ha salido de control, ha crecido tanto
que ya es como el Monstruo de Frankenstein, muy
superior a su creador.

Una de las principales razones que se adujeron para
permitirse el establecimiento de miles de vendedores ambulantes
fueron los precios que supuestamente serían más
bajos que los precios en los mercados "regulares" o
tiendas "normales", pero hoy, no es así, los
precios son iguales o hasta superiores a los de los comercios
"establecidos" que si tienen que pagar luz, gas, agua,
impuestos, sueldos, inventarios, etc., no como los ambulantes que
no pagan nada de esto, la luz, y el agua "se la roban",
impuestos, no pagan, empleados tampoco, renta, quizá,
quizá en la "corta" que pasan "a las
autoridades"
esté incluido el concepto de
"renta" por el espacio público que ocupan y que
como regla general, es en donde más estorben el
tráfico de peatones y de vehículos a
motor.

No emiten facturas, no hay servicio ni refacciones ni
garantía, los kilos no son de a kilo, los litros tampoco
son de a litro y muchas otras "deficiencias"
más.

Gratis no es, de eso pueden estar seguros, lo que
nosotros no sabemos son los conceptos de "pago" que
estos ambulantes tienen que hacer para que les dejen ocupar
calles y banquetas y tampoco sabemos cuales y cuantas
"autoridades" reciben o se reparten esos pagos semanales
y entre estas "autoridades", no se descarta la
"piscacha" que reciben las Asociaciones de Colonos ya
que éstas han cobrado "tanta autoridad" que ni
pasear por las calles se puede sin que intervengan.

Lo que resulta incomprensible es que todavía hay
gente que acude a esos mercados y sigue
"comprando".

Otra aberración ciudadana, es la
pretensión de que sea "obligatorio" formar parte
de la Asociación de Colonos de la colonia o
fraccionamiento en donde se viva.

No se vale, ya de por si adquirir un inmueble es muy
difícil y muy caro para que todavía se tenga que
gastar más en beneficio de unos cuantos "politiquillos
vivales"
.

Esas Asociaciones, probado y comprobado, no sirven para
nada, solo son una "antesala" para aquellas personas con
intereses políticos, y lo único que hacen es
"pedir" pedir" y seguir pidiendo dinero, cuotas,
derechos, y contribuciones para "mejoras de la colonia",
que nunca se materializan o contribuciones adicionales para
"seguridad" con patrullas descompuestas la mayor parte
del tiempo o "elementos" que permiten el paso a cuanta
persona se presente ante ellos, las colonias
"protegidas" están "rebosando" de
pepenadores, lava coches, jardineros, solicitantes de empleos
domésticos, vendedores casa por casa, encuestadores, etc.
¿de que sirven "los policías"?
¿acaso ellos levantan el "mugrero" que hacen
perros, gatos y pepenadores en las bolsas de basura, todas las
madrugadas?

¿Y que se puede decir de aquel temporal programa
de ayuda para financiar al gobierno y que se pudieran
"celebrar" los Juegos Olímpicos en la ciudad de
México?

Si nos referimos al Programa Hoy No Circula y
su hijo menor la Verificación Obligatoria (dos
veces por año) causada por la pésima calidad de la
gasolina que elabora o importa PEMEX. ¿De que sirve que su
implementación sea anticonstitucional, o que el entonces
Candidato Felipe Calderón haya prometido eliminar
dicho "impuesto"?

De nada, y a Calderón ya se le
olvidó que muchas personas creyeron en su
promesa.

Y sin embargo, todavía hay un resquicio de
esperanza: en Querétaro y próximamente en
Puebla ya han suprimido ese inútil
"Programa".

Otro punto de la mayor trascendencia es que en
México, todas las actividades económicas o casi
todas, se han "politizado" y cuando la política
interviene en los negocios, malo para los negocios.

Son o deberían ser actividades en paralelo, pero
independientes.

Lo que ha ocurrido es que en algún momento al
presidente en turno se le ocurrió que el Estado debe ser
el Rector de la Economía, principio de operación
bolchevique que llevó a la Unión Soviética a
constituirse en potencia mundial, pero que ocasionó su
caída y desmembramiento en 1989.

Siguiendo ese principio de "rectoría" el
gobierno mexicano estableció su intervención en
toda actividad económica, lo que según creo, pocos
beneficios ha producido, salvo una mayor "cautividad" de
los contribuyentes, y una mayor "riqueza" del gobierno,
que en realidad solo al gobierno beneficia, no a las empresas, o
sus trabajadores, ni a sus proveedores o sus clientes.

Conviene establecer que dos grupos se han beneficiado
con esta política, por un lado el gobierno que tiene una
mayor base de contribuyentes, y por otro los accionistas o
dueños de las empresas (incluido el gobierno) porque los
esquemas fiscales les otorgan subsidios, deducciones y otras
formas legales de reducción en el importe del pago de
impuestos en algunos rubros importantes lo que puede ir
"directamente" a los bolsillos de los accionistas y no
se ven reflejado en "reinversiones" para las
empresas.

De una manera u otra el gobierno obtiene beneficios ya
que el gobierno es el mayor "empleador" del País,
aunque al hacerlo, las empresas se van deteriorando perdiendo
competividad en un creciente mercado globalizado.

El gobierno tiene 36 de las empresas más
importantes del país : Imprenta y Editorial: 1,
Comunicaciones y Transportes: 4, Industria: 3:(
PEMEX, CFE y el Consejo de Recursos Minerales),
Comercio: 6, Seguridad Social: 5, Otros
rubros
: 17.

Vitales para el desarrollo de la actividad productiva:
PEMEX, CFE, Aeropuertos y Servicios Auxiliares. Caminos y Puentes
Federales de Ingresos, Servicio Postal Mexicano,
Telecomunicaciones de México, Diconsa (antes CONASUPO),
ISSTE, IMSS, DID, CAPFCE, Comisión Nacional del Agua,
Conacyt, Notimex, Lotería Nacional, Pronósticos
para la Asistencia Pública y otros más cuya
influencia es determinante en las actividades económicas
relativas.

Y en todas ellas, se sigue el mismo modelo desde su
creación, con algunas "mejoras
tecnológicas"
{de tipo "aspirínico"}
pero en general son lentas e ineficientes, caras y poco
productivas.

Como empresas, como generadoras de utilidades,
están muy lejos de los "estándares" de la
iniciativa privada, y un pequeño indicativo es el que cada
rato se hace público el monto de los adeudos por servicios
(gubernamentales en su mayoría) que esas empresas
gubernamentales ocurren por el pésimo "manejo"
que de ellas hacen los políticos que son
"premiados" por el propio gobierno.

Podíamos escribir más, mucho más,
pero sería seguir dando ejemplos de las idiosincrasias de
la política mexicana por lo que creemos que ya ha sido
suficiente.

Solamente queremos enfatizar que a pesar de todos los
ejemplos, se puede apreciar que todos los aspectos son
"perfectibles", se pueden "corregir" y
"enderezar" el rumbo.

No es mucho pedir, solamente que cada quien haga lo que
se supone debe hacer, anteponiendo el interés de
México a los intereses personales o grupales, sobre todo
en lo referente a nuestra devaluada "clase
política"
.

Que lo haga bien, y a la primera, No Es Mucho
Pedir
.

¿Podremos hacerlo? ¿Queremos
hacerlo?

Esa es la interrogante.

Como dijo Shakespeare "That is the
cuestion
".

Yo solo puedo y quiero decir que si nos lo proponemos,
lograremos hacerlo, pero esa es una labor de todos los
ciudadanos, no solo de los miembros del gobierno o de los que
viven del gobierno y ya es tiempo que la
ciudadanía
, el pueblo, entendamos que
también tenemos responsabilidad en lo que ocurre y que es
a nosotros a quienes corresponde "poner el remedio", no
a la Virgencita de Guadalupe…….. o a
Papá Gobierno.

 

 

Autor:

Javier Torres Landa V.

Partes: 1, 2
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